Las vacaciones, como la vida, no tratan de evitar las tormentas, si no de aprender a bailar bajo la lluvia
No es poco frecuente que la lluvia nos sorprenda en mitad de nuestras ansiadas vacaciones, y lejos de pensar, como de costumbre, que siempre tenemos la mala suerte de que eso nos ocurra, hoy queremos convencerte de que ni tienes mala suerte, y de que tampoco la lluvia tiene por qué fastidfiarte ni un solo día.
A veces nos olvidamos de que la lluvia es un fenómeno meteorológico que escapa a nuestras posibilidades de control y que normalmente le damos una connotación negativa que no tiene por qué tener su origen. En palabras claras y concisas, si no puedes controlarla y sabes que existe la posibilidad de que pase, ¿no es mejor intentar disfrutar de ella en lugar de resistirnos?
1. Dependiendo del destino que elijas sabes a lo que te expones
Parece absurdo, pero es así. Hay ocasiones en las que algunos viajeros se sorprenden de que sus plácidas vacaciones en el Caribe se vean truncadas por un temporal de aquí te espero. Bueno, es posible que durante la planificación de su viaje hayan olvidado consultar que el periodo de lluvias en el Caribe abarca desde Mayo hasta Noviembre. Muy probablemente se hayan guiado en la compra de su paquete vacacional únicamente por el precio, y esa puede ser una de las consecuencias de una mirada parcial y sesgada. De manera que el primer punto para disfrutar de unas vacaciones sin lluvia, o con ella pero sabiendo disfrutarla, es que te informes con profundidad de la climatología habitual del destino que has elegido.
2. La lluvia no tiene por qué fastidiarte el día
Dependiendo del destino que hayas elegido, las precipitaciones pueden ser muy diferentes. Así como en alguna ciudad europea, como por ejemplo París, la lluvia puede amenazar con persistir durante todo el día, existen otros destinos en los que la cosa se soluciona en apenas 30 minutos. Por ejemplo, las lluvias tropicales de las que te hemos hablado en el punto anterior son famosas por su intensidad en poco tiempo. Si es cierto que pueden durar algunas horas, pero no es lo habitual fuera de temporada de lluvias. Así que ten en cuenta, si al mirar por la ventana todo está aguado, que es muy posible que el plan que habías hecho siga en pie a pesar de ello. Al fin y al cabo, es agua y solo moja.
3. Aprovecha para hacer una visita cultural cubierta
Si vemos que el plan que habíamos hecho no será posible, la flexibilidad será nuestra mejor aliada. No nos enfurruñemos y tratemos de disfrutar lo mejor posible del día. Una buena opción par familiarizarnos con el idioma y la cultura del lugar que estamos visitando es ir al cine. No solo podremos disfrutar de una película, si no que estaremos en unos de los lugares culturales cotidianos de las personas que habitan en ese destino. Y de esa experiencia podemos sacar mucho beneficio al observar. ¿Cómo ven las películas allí? ¿Qué tipo de cine programan? ¿Qué clase de personas acuden y cómo reciben la proyección? Son datos que a cualquier viajero pueden resultarle interesantes porque se almacenan como información cultural típica del destino.
Hay millones de planes que hacer en un día lluvioso, solo tienes que ponerle ganas y mentalizarte de ellos.